jueves, 31 de enero de 2008

Yo También.

...y yo también extraño tus ojos, ellos y mirarlos, y conocer qué sentías y qué sientes cuando miran los míos.

Y lo he escrito en tinta para que no se borre. Porque también tenía un lápiz, todavía lo tengo. Y también ´´cuchucientos´´ bolígrafos más. Pero me dió la gana de escribir con éste (pesadísimo por cierto) por lo menos el principio.

Bueno, sigo con los ojos. He visto tus ojos rojos a veces, a veces no. Y tú los míos, también rojos a veces, todavía, y otras no. Pero también lloran, porque son ojos, no importa el color, todos lloran.

Y qué cosa! Fíjate que me hacen una falta del carajo.

Nada que ver con teléfonos celulares. Antes no existían y la gente se comunicaba igual o mejor, porque los celulares pierden la señal a veces, mi cerebro también, pero me sigo comunicando con o sin señal, me comunico conmigo mismo por lo menos, un celular sin señal y un cenicero para motocicletas es igual de inútil. Pero cuando no es que tú no llamas es que yo no te llamo a ti. Como me gustaría no solamente hablar por teléfono siempre que quiera contactarte, sino vernos más a menudo, escucharte y compartir contigo cómo fue mi semana, qué me intriga, cómo me he sentido, en fin, comunicarnos más frecuentemente. Es que eres de las pocas personas (poquísimas, casi en extinción) que me escuchan y además me entiendes (sin necesariamente darme la razón). Y cuando no me entiendes, respetas mis puntos de vista. A veces pienso que fuiste así alguna vez (o aun lo eres) y por eso se te hace más fácil (o menos difícil), al menos eso creo, no sé. El punto es (el asterisco peinado) que te extraño. Abajo, muy abajo, así es como a veces me siento. Pero no quiere decir que esté mal, sino que no es la manera más agradable y cómoda de sentirse, a veces lo disfruto, he aprendido a manejarlo. No se puede hacer nada cuando no hay nada que hacer además de nada, de nada, de mucho, de todo.


Esto lo escribí el 16 de Noviembre del año 2006 a las dos de la madrugada, horizontal sobre mi cama mientras contemplaba mi techo rojo escuchaba música (no recuerdo exactamente que música). Lo dedico a uno de los dos hombres que más amo.

lunes, 28 de enero de 2008

Agradecimientos.


No es mi intención en lo más mínimo cambiar las perspectivas, puntos de vista o ideologías de quienes leen los artículos de Newrona. Sin embargo debo admitir que el feedback de ustedes es muy apreciado y siempre bienvenido, sin buscar aceptación alguna. Esto me deja dicho que si hay quienes valoran este tipo de pensamiento e ideas. Tampoco trato de que la mayoría corrobore con esto, y si llegara a ser así, pues bien. Sus comentarios son infinitamnte agradecidos. Un abrazo para ustedes. Sinceramente,

E.G.

Un Cuento: ''Síndrome 14'' pt.1






Las vacaciones de trabajo de Alfredo terminarán en una semana. Mientras disfruta estos últimos días en la playa de una zona turística conoce a una atractiva chica extranjera (Zoe) en una fiesta. Zoe se le acerca y le pone tema de conversación, Alfredo al ser un poco tímido con las mujeres se siente afortunado y le sigue la corriente a la encantadora rubia, que al final acepta acompañarlo a su hotel para pasar un rato solos. Salen del bar playero caminando hacia el hotel. Alfredo no lo puede creer, pero no muestra señales de su asombro mientras se dirigen hacia la habitación. Toman varias copas de vino sin parar mientras Zoe le cuenta de su país proveniente Lovemania, donde el total de sus habitantes es de solo un millón y le comenta sobre la preocupación de estos de aumentar demográficamente ya que su tradición hippie basada en el amor y la paz debe mantenerse y trascender. Luego de cada copa de vino, Zoe se deshace de una prenda de vestir y se acerca más a Alfredo hasta quedar totalmente desnuda y sobre él. Después de un largo e intenso encuentro íntimo (sin explicarse cómo sucedió tan fluidamente) él se viste y decide salir en busca de varias botellas más, ávido por más acción e interesado en seguir conociendo más de tan literalmente embriagante mujer. A su regreso, Alfredo sólo encuentra una nota escrita junto a la copa de Zoe. Desilusionado y a la vez confundido, toma el papel sin leerlo, lentamente echa un vistazo (viendo tridimensional con la tontera del alcohol) alrededor de la habitación, revisa el baño, mira en el balcón y hacia abajo por si a caso se había lanzado la fulana en su borrachera y su cóctel de pastillitas medicinales de fiestas y sabrá Dios cuántas otras sustancias nocturnas radioactivas y alucinógenas incandescentes. Pero no, ni huellas digitales de la vikinga caliente. Alfredo empieza a sentirse con más apetito sexual que antes de empezar la carnicería humana con la pálida hippie de hace un rato y decide leer el papiro de despedida que esta le dejó.


-Después de haberme tomado todo el vino parece que se puso más creativa la bestia húmeda esa- pensó Alfredo. Así decía la nota:


´´ Querido Alfredo: Me caíste muy bien y no tenía intenciones de hacerte sentir mal, pero me he tenido que marchar porque no me queda mucho tiempo, sólo tengo un día más…´´


-Como si a mí me quedara mucho, en una semana tengo que volver a la ciudad a retomar mi horario de trabajo, nadie está aquí de por vida, yo también estoy de vacaciones aquí, pero en una semana nos hubiese dado tiempo de hacer muchísimas cosas más- gritaba Alfredo a la carta como si Zoe le pudiera escuchar.


´´...sucede que eres mi número trece y debo completar los catorce…´´


-Y además pretende establecer un récord Guiness conmigo, me utilizó la bandida exótica esa!- Se lamentaba en voz alta.


…Si te sientes con más deseo sexual no te extrañes, es normal…´´


-Claro, después que una rubia así de ese tamaño me da una masajeada de cuerpo entero y me exprime como una pasta de dientes y se larga, es normal que me quede con todas las ganas, ni marciano que yo fuera- Gritaba sin entender.


…´´Sucede que en mi región existe un grupo de científicos hippies que crearon un virus para aumentar el apetito sexual con el fin de que los infectados se hagan más promiscuos y se pueda procrear más. Solamente puedes disminuir este apetito teniendo relaciones con catorce personas del sexo opuesto en catorce días, sin protección y con la condición de que ambos tengan por lo menos un orgasmo, o sea que ambos lo disfruten con deseo, amor y cariño. De lo contrario no será válido. Por esto no te recomiendo que acudas a prostitutas, ya que estas no tendrán orgasmo alguno y no es muy saludable para ti. Si no lo logras antes de catorce días deberás empezar el ´tratamiento´ de nuevo.


-Ay mi madre! Lo que me espera- Se lamentó con las manos en la cabeza.


´´Consejo: trata de no contagiar a tu novia, será incómodo para ti que ella tenga que llevar el tratamiento con catorce chicos. Y la próxima vez usa protección, así evitarás ser contagiado de este u otros virus peores que andan sueltos por ahí. Suerte. Un besito, Zoe. ´´

viernes, 25 de enero de 2008

... y le dijo:





… dime tú, quién mejor para tener un romance secreto que alguien que vive a una esquina de tu casa, que además es discreto, nadie tiene que enterarse de eso, y no es cuento. Que además ya te dije, lo que más me gusta (y tú misma me dijiste que te diste cuenta desde la primera vez que me viste) es usar mi lengua, o sea, que para colmo el día que te sientas triste, sola, aburrida, que tengas unos de esos días, te llenará de besos y caricias desde la frente, las orejas, las mejillas, la nariz, la boca incluyendo labios y lengua, el cuello, la barbilla, los hombros, las manos, el pecho (ambos), el ombligo, tu vientre, las caderas, los muslos hasta los tobillos y pies, la espalda no faltará hasta donde pierde su nombre y más allá y menos acá sin que en cada uno de esos besos que de seguro serán más de uno en cada parte más arriba mencionada, irán incluidos más de dos respiros de los que se sienten debajo de la piel seguro ya tibia. Alguien que además te los dé con cariño puro y amor. Que te quiere mucho y te admira como persona, como profesional, como mujer, como ser humano y como amiga, una palabra muy grande. Que el día que alguien te haga sentir mal o bien, te escuche, se ría contigo y también llore cuando estés mal, que te cuide y que a la vez confíe en ti, te apoye y te sea sincero, te diga la verdad aunque te duela pero sin intención de herirte nunca. Alguien con quien puedes contar y sabe que cuenta contigo, que no te fallará, pero si tú le fallas no te dará la espalda, te dará otra oportunidad. Quien tenga para ti cariño incondicional aunque se enoje o lo hagas enojar. Y que además de vez en cuando te soborne con dulces y caramelos como a los niños malcriados. Que le cambies el tema y se haga el de la vista gorda, que le cuentes tus aventuras y travesuras y se controle los celos. Que te haga creer que se traga tus mentiras piadosas y que de todas formas le encante ver en tu cara la picardía y la inocencia al no darte tú cuenta que él se ha dado cuenta. Que le fascine tu voz en todos tus estados de ánimo.

Además alguien que sea el rojo que has estado buscando. Que cuando te sientas de mal humor, triste, enojada, sola, incómoda, ansiosa, nerviosa, asustada, o como sea, te abrazará y te ofrecerá una mordida y haga que lo olvides todo, y además te dará un buen consejo. Alguien que inclusive te ayudaría a decir que si. Si no hay una razón para decir que no, entonces es que si. Y mentira del Diablo que voy a esperar a que encuentres la forma de decir que no, siendo la respuesta que si. Peor yo si lo permito. Quién?

E.G.